Orejas con proyección prominente pueden alterar la autoestima, en especial en niños en edad escolar. La cirugía corrige esta alteración y puede ser realizada desde los seis años, o en adultos con inquietudes al respecto.
Deja cicatrices retroauriculares que frecuentemente pasan desapercibidas. Es una cirugía cuyo resultado produce gran satisfacción por el cambio integral que produce.